viernes, 26 de marzo de 2010

Estado-tormenta


En mi cobardía inmóvil, te contemplo
presente y distante
ignorante de mis ganas de hablarte no sé de qué.

En mi ansiedad callada, te pienso
rodando lágrimas por la espalda
llena de huecos, de huellas, de humedad.

En mi piel que grita, te extraño
caricias fantaseadas estremecen sin tocar
las llagas en las piernas se conmueven con tu frío.

En este deseo sin concebir de ti, no me roces
pues tu fuerza lastimará las heridas
esa fuerza que te desborda por los ojos.

En esta valentía inexistente y necesitada, lucho
por comprobarme ser lo contrario
y me descubro siéndolo y llorándolo.

En este sueño inmerecido incapaz de concebir, no me inventes.

A veces uno no tiene que buscarse
tiene que construirse,
y ya no construirte.

Construirnos.

1 comentario:

  1. damn

    que atormentada su merced,

    me da la impresión que le falta mas rock a tu dieta

    pero por sobre todo, es un buen texto, me gustó

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