lunes, 8 de octubre de 2012

y lloramos

y lloramos
      y nos desvestimos en un nuevo cuarto
nos desnudamos esperando que quizá al otro día el sol brille más
que el cielo sea más claro
los días menos tristes, menos solos
teniendo junto una mano o una boca

y lloramos
caminamos lento y rápido
y nos lamentamos por el vacío insportable con que se suceden los días
y al final, encontramos sus palabras, sus silencios, su ---
entonces todo es más verde!

y volvemos a llorar
         y nos ilusionamos
creemos como estúpidos y esperamos en la esperanza
y esperamos....y esperamos...y esperamos
                y aveces pasa todo
                                       y aveces nada...

y los días siguen y crece la urgencia
y el tiempo se gasta y el amor se olvida
la saliva se seca, los labios se enfrían
y el otoño que llega, implacable, llega.

llega el otoño y lloramos
y nos decepcionamos
caminamos de regreso por la avenida con los pies mojados
y llueve y el corazón llora y llora
y se abre paso entre la gente, entre las luces y las sombras
y entonces se encuentra ahí al fondo....
con un rostro
Su rostro, su sonrisa,
quizás indiferente,
juguetona y tierna,
                y esa piel callada
                                y esos labios serios
                                              y esa mirada ambigua..

tan ambigua, encerrando la remota (sólo muy remota posiblidad)
de que también temerosa
y también inquieta
y alomejor también  ansiosa se pregunte en algún lugar de su regreso  y quizás bajo la misma lluvia

                                                                                                                         ¿será?