sábado, 26 de diciembre de 2009

Lecciones sobre el arte de recomenzar


¡Qué rápido se nos fue el año!, se escucha mucho por acá en estos días. Y es que de que el año se está acabando, se está acabando, es un hecho.

Si los años tuvieran nombres, este año definitivamente tendría el tuyo, aunque ahora sólo huela a recalentado.

Un año preparando mis mejores días para tí, mi mejor ropa, mi mejor sonrisa, mi mejor yo. Para ti, ¿y tú? como si nada.

Así que necesito tomar enjundia y darle suprimir al pasado tormentoso del año y todo lo que te abarque (como una especie borrador de malos recuerdos, así como en la película Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos).

Dice Milán Kundera que sólo hay dos métodos comunes de autoconocimiento: el de la suma y el de la resta. El primero consiste en sumar todo lo que nos hace ser, el segundo en restar todo lo que no somos.

Puedo culpar a mi euforia instrospectiva y pseudo-espiritual que caracterizó este año por excederme en el ejercicio de los anteriores, así que ojo porque trae de la manos sus riesgos:

En el primero descubrirás que eres un amasijo de cosas que te hacen perder tu verdadera identidad y en el segundo corres el riesgo de quedarte en ceros, en la banca rota de la identidad, y la cual logré sobrevivir gracias a un libro de zen, un bote de lecherita sirve fácil y un arsenal de gotas de paciflora.

Por eso quizá borrar todo lo que tenga que ver contigo sea muy drástico y pueda tener consecuencias descomunales. Quizá sólo debería estudiar un poco el manual del arte de recomenzar. Viene con un letrero de advertencia donde indica que hay cosas que no se pueden olvidar y mientras más trates de borrarlo, más quedará la mancha, así como pasa con los borradores chafas, así que a esas cosas, mejor ni le muevas.

Por más que lo diga con letras mayúsculas, negrita y subrayado, uno nunca aprenderá que está prohibido mirar hacia atrás, porque es una parábola bíblica (y con lo que le hacemos caso a la Biblia últimamente). Cuando el tipo aquel dejó Sodoma antes de la destrucción, Dios le dijo que por ningún motivo debía voltear atrás (era como sentir nostalgia por los tiempos de pecado) de lo contrario se convertirían en estatuas de sal....y qué creen que fue lo primero que hizo? ¬¬

Uffff! ¡Menos mal que es una metáfora!

Mejor pasemos a otro punto, siempre funciona eso de resaltar las cosas malas, como cuando me dejaste sola a media calle a altas horas de la noche o como tu inestable comportamiento hacia mí: indiferencia-interés-indiferencia-interés. Autoconvencerse de que algo no es bueno funciona por unos momentos (Ojo! no funciona en personas con carácter indulgente y apendejado/enamorado)

No mirar atrás es casi imposible (más a estas alturas del año). Hacer el recuento de los daños, me es imprescindible:
emmmmm Tú. Ingresos económicos de golpe y desempleo de la misma forma. Tú. Cambio drástico de rumbo. Tú. Enfermedad. Otra vez tú. ¡Ay, no puedo concentrarme!

Un año consumiendo mi esperanza, la luz de mi aura, mi inocencia, mi fé, dándole en la madre a mi ego. (U)

¡Y no hablemos aún de los resultados! No tengo a la mano mi lata de lecherita y tengo muy cerca mi celular con mucho crédito, así que no queremos saber las consecuencias de eso.

No sé de que me sirvió la mención honorífica de la primaria, si cuando requiero sacarme un 100 sólo obtengo un REPROBADO.

3 comentarios:

  1. cada quien su año como lo quiere vivir con todo y lo que llega o se va de fuera


    cada quien sabe que lastre se lleva, y si guarda reservas de lechera espiritual a donde marcar con el celular

    no hay pretextos

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  2. WOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOW!!!

    Sofy, me gusta mucho la forma e que escribes, y sinceramente espero que el 2010 sea un mejor año para TODOS :D

    y en cuanto a lo de SODOMA (como todo lo demas) tienes razón, hay que tener cuidado si decidimos volver la vista al pasado

    se FELIZ :D

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  3. Para ser el estreno del blog, estupendo post !!

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